De encaje o de terciopelo, de flores o recubierto de lentejuelas, el vestido de manga larga es una prenda imperecedera que no puede faltar en ningún armario. Corto y ajustado, se lleva con botas altas por la rodilla o con sneakers, en looks cotidianos y de plena tendencia. De cuello alto y mangas abullonadas desprende un encanto retro de aires refinados, perfecto en atuendos elegantes y de ceremonia.