Aunque es un símbolo de la elegancia, la chaqueta tiene unos orígenes más populares (y revolucionarios) de lo que se cree: su nombre deriva de las prendas que vestían los campesinos franceses del siglo XIV, protagonistas de las revueltas de la época. Con el tiempo, esta prenda ha adquirido significados y aspectos diversos, pero sigue siendo un elemento tradicional entre las prendas masculinas. Con cortes clásicos y lineales o desestructurados y holgados, la chaqueta es una prenda versátil, presente en estilos aptos para cualquier ocasión.